La magia en el espejo del sol
Los pueblos originarios alcanzaron un completo equilibrio con lo que los rodeaba, a partir de un secreto, uno muy profundo y a la vez simple: entendían la esencia de la naturaleza y obraban en consecuencia.
Es por ello que el sol (Antú en lengua Ranquel) no solamente fue deidad a la que le rendían tributo, sino que fue amigo, abrigo, confesor, compañero del camino, testigo de todas sus plegarias y el proveedor de esa magia que tenía el poder de encender el día, inaugurando así la sinfonía de la vida.
Homenajeando a los Pueblos Originarios y su sabiduría de estar en armonía con el todo, tomamos su legado (y su símbolo) asumiendo el desafío de aunar el desarrollo, inevitable para la vida de nuestra especie, y la convivencia con lo natural, que nos contiene con su abrazo abarcador.
Aldeas del Antú…. la magia en el espejo del sol.
Oportunidad
Ahora usted puede tener su terreno y su casa ubicada en un impresionante ambiente de lagos y montañas.
Sus más de 170 lotes tienen un tamaño promedio de 1.900 metros cuadrados, todos ellos con espectaculares vistas panorámicas, dadas las condiciones topológicas del terreno y los desniveles propios de las serranías.
Todos los lotes tendrán agua corriente con posibilidades de riego y, por supuesto, contarán con energía eléctrica.
La reserva se halla recorrida por senderos que permiten revivir un ambiente natural de forma armónica con la naturaleza, permitiendo disfrutar del contexto serrano todos los días.
Aire cálido y la presencia de ríos y arroyos de montañas, hacen de éste lugar el indicado para la creación de ésta Aldea de Montaña al resguardo del trajín cotidiano.